MIXTECOS
La cultura mixteca o civilización mixteca fue una de las más antiguas culturas precolombinas mesoamericanas, antecesora del actual pueblo mixteca mexicano. Floreció al sur del actual territorio de México. Su época de esplendor terminó en el siglo X, pero el pueblo mixteca sobrevivió hasta su encuentro con los conquistadores españoles en el siglo XV.
La cultura mixteca compartió muchos rasgos con sus vecinos zapotecos, junto a quienes se llamaban a sí mismos como “pueblo de la lluvia”. Sin embargo, cada una de estas culturas emprendió su camino distinto, a medida que se integraban a la compleja red de relaciones panmesoamericanas de la época.
Su apogeo fue durante el Período Clásico Mesoamericano (200 d. C. hasta 900 d. C.). El mismo estuvo de algún modo vinculado al de importantes centros urbanos como Teotihuacán y Monte Albán.
Significado:
Gente de lluvias.
Ubicación
de la cultura mixteca
La cultura mixteca ocupó durante su historia el territorio conocido como La
Mixteca (Ñuu Dzahui,
en su lengua, “País de la lluvia”), ubicado en el sur de México, en el
territorio de los actuales estados de Puebla, Oaxaca y Guerrero.
Se trata de una región montañosa, que esta cultura ocupó en dos zonas distintas: la baja (noroeste de Oaxaca y suroeste de Puebla) y la alta (noroeste de Guerrero y oeste de Oaxaca).
Costumbres y
tradiciones de la cultura mixteca
Los mixtecas compartieron muchos rasgos
con otras culturas mesoamericanas como la maya y la mexica (azteca), incluidos muchos
elementos mitológicos y su culto a la divinidad solar
(Yya Ndicahndíí o Taandoco).
Sin embargo, la religión mixteca
se caracterizó por ser animista, y su deidad protectora era Dzahui,
personificación de la lluvia, cuyos atributos en muchos sentidos se asemejan a
los del Tláloc de los teotihuacanos y toltecas. Otra deidad
importante era la del fuego, Huehuetéotl, especialmente en la baja mixteca.
Se sabe que los mixtecas veneraban
a sus dioses con sacrificios humanos y animales. Sus líderes religiosos tenían
una posición jerárquica dentro de la sociedad, que por lo demás era fundamentalmente
militarista.
Los mixtecas incluso desarrollaron sus
propias estrategias bélicas, sus propias armas y fueron tenaces guerreros.
Esto se evidencia en su arte cerámico, mucho del cual se conserva todavía en
abundancia, y sus estatuillas metálicas, aunque la metalurgia fue una actividad
poco y tardíamente desarrollada en la región.
El
idioma de esta cultura era el protomixtecano, del cual
derivan las lenguas mixtecas aún habladas en el sur de México, con un margen
tal de diversificación que la variante costeña y la montañosa eran idiomas
prácticamente distintos. Los mixtecos cultivaron una escritura
pictográfica,
de la que se conservan algunos códices.
la economía
mixteca
Como la mayoría de los pueblos
mesoamericanos, la economía mixteca se sustentaba mayormente en la agricultura. Sus cultivos más importantes eran
de maíz, frijol, chile y calabaza, y de productos no alimentarios como el
algodón y el cacao, en las regiones donde el clima lo permitía.
Sin embargo, su cultura se enfrentó
constantemente al abrupto relieve y la escasez de agua, típicos de la región, por lo
que desarrollaron un sistema de cultivos en terrazas, llamados coo yuu.
Extraían el caliche (carbonato de
calcio) de minas cercanas, y consumían la carne de guajolotes (pavo salvaje) y
de xoloitzcuintles (perro salvaje), abundantes en la región y domesticados por
diversos pueblos mesoamericanos. También criaban cochinilla, una especie
parásita del nopal, y practicaban la pesca eventual en las costas del pacífico.
Junto a otros pueblos mesoamericanos,
los mixtecas participaron en la vasta red de comercio de la región, siendo importantes
productores de metales, como la magnetita.
Política de
la cultura mixteca
La organización mixteca fue señorial:
generalmente otorgaban a sus líderes militares el gobierno de los aspectos
civiles y económicos también. Algunos de los reinos mixtecas más
importantes fueron los fundados en el siglo X bajo el gobierno de Ocho Venado Garra de Jaguar, un
célebre cacique de la costa, que inició un ávido proceso expansionista.
Tututepec (Yacudzáa), Tilantongo (Ñuu
Tnoo Huahi Adehui) y Ñuu Cohyo fueron algunos de los reinos unificados bajo su
mando. Este cacique los gobernó hasta su muerte.
Aunque a veces eran aliados y otras
veces rivales, mixtecas y toltecas debieron unirse para resistir las
incursiones del Imperio mexica (también llamado azteca), eventualmente
perdiendo importantes ciudades ante las huestes de México-Tenochtitlán.
Por esta razón, ante la llegada de los
conquistadores españoles, muchos señores mixtecas se sometieron
voluntariamente al mando de España a cambio de ayuda contra los
despiadados aztecas.
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